¿Por qué reparar?
Reparar es más económico que reemplazar.
El valor de una reparación de placa electrónica suele oscilar ente un 10% y un 30% del valor de la placa nueva.
Reparar es más rápido.
En ocasiones los plazos de entrega de una placa nueva puede llegar hasta los 120 días. En la gran mayoría de los casos una reparación se realiza en menos de 5 días.
Reparar vence a la obsolescencia.
Muchas veces nos encontramos con sistemas enormes y costosos que por el fallo de una placa dejan de funcionar, y si tienen más de 10 años los fabricantes no ofrecen soluciones. Reparar es la única opción a cambiar todo el sistema, reportando ahorros de varios miles de euros.
Reparar es más ecológico.
Fabricar una placa electrónica consume una gran cantidad de recursos: metales como el cobre, platino, paladio, oro y las denominadas tierras raras, además químicos como el cloruro férrico, sulfuro de amonio, ácido clorhídrico, peróxido de hidrógeno y resinas epóxicas, y, sobre todo, cantidades ingentes de AGUA. La reparación evita que estos recursos de difícil reciclaje se desechen para volver a fabricar.